martes, 11 de febrero de 1992

La QUINTAESENCIA de TRESCIENTOS Y PICO "CURSOS de CREATIVIDAD" desde 1.971 (20 años de siembra)

=== CREA - TI - DI - VA === "CREA un DISEÑO con VALOR"

Por JOSE SEBASTIAN REINOSO, Dr. Ingeniero y Psicólogo Industrial, 1.992


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¡ SALVESE QUIEN PUEDA!

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(Salida al pasillo)
Esta es una forma de expresar lo que el Director del Curso debe dramatizar con el mayor realismo posible. Decir al grupo que verdaderamente impresionado de lo mucho que se espera de él, sólo le cabe la reacción de... DEJARLO TODO Y SALIR...TAL VEZ ABANDONAR...

EN TODO CASO SALIR FUERA DE LA SALA.

Como él va a ser el primero en salir, mientras sigue alentando a los demás a hacerlo, retiene a los asistentes en las cercanías de la puerta de salida/entrada a la sala. Les ruega que le rodeen, que le cerquen casi en un círculo, suficientemente cerrado como para permitir hablar en voz baja, casi como en una confidencia.

Hay que vivirlo como una realidad. Uno está verdaderamente preocupado en ese momento por la dificultad que va a entrañar el DESPERTAR de laCreatividad del grupo, y ha de expresarlo con la mayor sinceridad, convincente.

No es todo teatro en esta salida al pasillo. Es cierto que esto que se ha hecho, lo hago, lo he hecho las trescientas y pico veces que he dado el Curso. Mas es también cierto que en esos instantes siempre estoy preocupado y nervioso por cuanto debo conseguir: nada más y nada menos que un grupo de personas deje de manifestarse "comme il faut",como está establecido,como las normas dictan,y... actúen, digamos, por decirlo todo y no decir nada, "creativamente".

Porque lo que tenemos que hacer no es nada de APRENDER y sí mucho de DESAPRENDER; lo que es nada menos que ... LO MAS DIFICIL TODAVIA.

Partamos de la base de que los humanos, cuando nos convertimos en adultos no ganamos, sino que perdemos: "para llegar a adultos, nos_adulteramos", porque el NIÑO es naturalmente creativo y ... cada uno de nosotros DE CREATIVO = NADA.

Salimos de nuestra casa cada mañana y, apenas hemos dicho un Hasta luego!, hemos cerrado la puerta del piso, nos convertimos en aquella persona que exige el "rol" que tenemos que desempeñar: el profesional competente y de éxito, el empresario que gana dinero, el directivo bien situado en la empresa, o ... el mucho estudiante al que todo le está permitido.

Ya cuando damos los Buenos Días a Pedro, el portero, la "representación" ha comenzado. Es el saludo del "personaje" portero al "personaje" persona importante que es propietario del 2º A. Pero vamos acercándonos a la oficina, y nos topamos con el amigo, el compañero, el colega: "¿Qué tal, cómo te va?". Lo que menos nos importa es cómo ha dormido, cómo se encuentra él y su familia, qué tal le van sus cosas ... Le hemos saludado con una fórmula acostumbrada y lo que esperamos es que él nos responda con la acostumbrada, también, fórmula respuesta: "Estupendo, más o menos, tirando, etc..."


Porque si se nos ocurriera tomar su frase de interesarse por nuestra salud en serio, y le contestamos: "Pues mira, me alegro que me lo preguntes, porque verás ...", para hablarle de nuestros problemas familiares o de nuestras dificultades económicas, o de nuestras dudas existenciales ... muy pronto su escucha iba a dejar de ser efectiva.

Hablamos y escuchamos a la gente siempre y cuando nos limitamos a soltarles alguna frase de entrada seguida de tópicos usuales, o a recibir de ellos alguna de las consabidas respuestas y comentarios a asuntos habituales. Así ... vamos viviendo situaciones en las que nos desenvolvemos porque son en cierto modo aprendidas, para las cuales -cuestión de hábito tan sólo, o de condicionamiento- conocemos cómo responder en palabras/acciones.

Es claro que los hábitos son necesarios. Por ejemplo, algunos no hemos acabado de tener o de adquirir el hábito de afeitarnos correctamente, y es por ello que seguimos haciéndonos cortes toda la vida. También tenemos el hábito de andar, de comer, de montar en bicicle-ta ... tal vez el de conducir, hábitos que nos hacen resolver en minutos lo que nos exige cuartos de hora, o nos permiten sortear con facilidad los mil y un imprevistos que presentan las calles o caminos.

PERO LO REALMENTE INADMISIBLE ES QUE CADA UNO DE NOSOTROS NO SEA MAS QUE UN CONJUNTO DE HABITOS VIVIENTES, y hasta SINTIENTES, si cabe así decirlo: que nos hayamos convertido en Robots.

Exagerando, veamos la escena de la llegada del importante hombre público o directivo de éxito a su casa: abre la puerta y los que están en casa advierten su habitual modo de abrir, que les es familiar, aparte de que sea esa su hora aproximada de llegada ... pero el niño pequeño no sabe esperar y con un alegre grito de ¡papáaa! corre a encontrarse con los brazos de él y aún a colgarse de su cuello. A él, cómo no, le sabe a gloria tal reacción, pero no puede evitar el deshacerse de los brazos infantiles como si quisiera decir: "¡Qué manera de tomarse libertades este chiquillo!". Su acartonado actuar le llega a acompañar por todas partes.


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Aquí nos vamos a proponer solucionar esa rigidez, esa falta de "frescura" (que no va a significar, ni mucho menos, que uno se vaya a convertir en "un fresco"), esa ausencia de creatividad. Pero hay algo que nos va a dificultar enormemente la labor que vamos a emprender, y este algo es EL PERSONAJE, ese funesto ser en que nos hemos convertido cuando hemos asumido nuestro Rol hasta identificarnos con él.

Vamos pues, con estas consideraciones que nos van a preparar para sacar el debido fruto a estas horas, vamos pues a volver a entrar en la sala, pero dejando "a la entrada" EL PERSONAJE; en una especie de paragüero que llamaremos "personajero". Me voy a proponer que nadie vuelva a la sala sin dejar a la entrada ese funesto lastre o disfraz. Ya entramos, e inmediatamente cambiamos todo lo que en la sala se encuentre, y eso gracias a "Nuestra Nueva Actitud."



En efecto, el Director se coloca a la puerta y les va diciendo cómo dejar el personaje: con un ademán como el de dejar algo en un hipotético paragüero/personajero ... incluso llegando al ridículo de hacer volver a salir, para volver a entrar, al que no lo haya hecho de un modo visible.
Y así ... TODOS DE VUELTA A CASA.

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