martes, 11 de febrero de 1992

La QUINTAESENCIA de TRESCIENTOS Y PICO "CURSOS de CREATIVIDAD" desde 1.971 (20 años de siembra)

=== CREA - TI - DI - VA === "CREA un DISEÑO con VALOR"

Por JOSE SEBASTIAN REINOSO, Dr. Ingeniero y Psicólogo Industrial, 1.992


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ASI PUDO SER LA INVENCION DE LA RUEDA
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Antes de empezar a hablar de Técnicas, vamos a sondear Cómo Pueden Funcionar. Y para ello ... PONGAMONOS A IMAGINAR... hace un millón de años, en este o cualquier otro lugar de la tierra.

Estamos de espectadores. Empieza a verse por la tierra un animal muy singular. Bien puede ser una especie diferente de Mono, de Simio... tal vez de la especie de los Primates: camina derecho, con la cabeza en alto y con unas patas delanteras que ya son manos (¡Qué gran portento el de las manos! - ¿Es hombre porque tiene manos, o tiene manos porque es hombre?).

Lleva en una de las manos -tanto la derecha como la izquierda- una rama de árbol, larga y pelada. Va desnudo sí, pero "sus partes" las tiene ligeramente tapadas con una piel. No muy lejos de él, se ve a la hembra: sin duda "compañera" de este hombre. También la hembra lleva tapadas "sus partes", pero su torso está al aire. El y ella son peludos, pero no tanto como los otros simios.

¿Dónde estarán los hijos de esta pareja?. Sin duda, no muy lejos: hay que atenderlos y alimentarlos. Seguramente junto a un árbol cualquiera de aquellos gigantescos que pueblan esta tierra nuestra, que está en el alba de los tiempos: toda ella selva. (Se dice que, en aquella época, un mono podía ir saltando de rama en rama desde el hoy Gibraltar hasta los Pirineos).

La vida tenía que ser muy difícil para estos antepasados nuestros. Y llena de peligros: tantos y tantos animales más fuertes, más ágiles y más corpulentos. Aunque tal vez el mayor de los peligros derivase de los otros hombres que ya hubiese por allí. En ellos tendría -nuestro protagonista- los mayores enemigos: podían robarle la pareja, por supuesto, pero lo que sí acostumbraban era a robarle las piezas que cazaba para sustento de él y de los suyos.

El clima era infernal: Fríos terribles o calores inaguantables, lluvias torrenciales, espantosas tormentas. Echaba nuestro hombre en falta un refugio adecuado para su compañera y su ya abundante prole: donde tener su fuego y su cuidadora del fuego, y sus retoños bien protegidos y a salvo. Pero ... ¿Dónde encontrarlo?

Día tras día, van andando por aquella selva interminable... y se van acercando a una cadena de montañas. Nuestro hombre alza aún más su cabeza, para atisbar aquella espléndida línea ondulada del horizonte. Tal vez allí... y, en efecto, allí vió, encontró, descubrió y reconoció -si bien por fuera- un muy espacioso hueco en la roca. Si pudiera meterse allí... Pero una piedra muy grande obstaculizaba la entrada.

Se situó por allí cerca. No podía apartar los ojos de aquel sitio que tan apropiado le parecía para "hacerlo su casa". Mas pronto empezó a pensar en abandonar cuanto antes aquella región, porque observó uno, dos ... (cuidado! que él no sabía contar)... varios "barbudos", como él, merodeando igualmente por allí.

Hay que imaginarse que algún día surgiría la ocasión de un juntarse varios de ellos y no precisamente para pelear. Varios han visto esa cavidad que, sin la menor duda, era una cueva espaciosa que podía albergar varias familias. Y hemos de verlo así... porque así sucedió.

Sucedió en aquel hermoso día de principios de la primavera: un día en que todo brillaba como si fuera recién estrenado: había llovido la noche anterior, todo olía a fresco, los pájaros alborotaban con su canto. Un montón de barbudos están ante la cueva y tratan de comunicarse con sus gestos, aunque bastante en vano. Parece ser que todos quieren decir lo mismo: esa cueva, esa piedra, esa posibilidad de moverla entre todos ... Atención: ha surgido El Líder. (Lo hemos dicho: todo grupo "pare" su líder).

Es corpulento y autoritario: todos se aferran a la piedra y, a una señal -AUUUM AUUUM AUUUM, se oye cada vez que se ha de hacer el conjunto esfuerzo- la poderosa fuerza, suma de las de todos, intenta mover esa mole de la entrada a la cueva.

Nuestro hombre, nuestro amigo de antes, tiene una rara característica: que es UN CREATIVO y es por ello que -a pesar de que lo que allí se intenta resolver le interesa a él casi más que a otros...- NO OLVIDA QUE ES PRIMAVERA. Y, porque es primavera, no está en lo que está: sí está en "lo que no debe estar": los pájaros, las flores, los aromas del bosque.

NOOO, el Líder no está para esa poesía y exige de todos EL ARRIMO DEL HOMBRO. No. Sí. Claro. ¿Y ahora qué pasa?. Nuestro hombre ha dado un salto de gigante: un salto como sólo un barbudo como él puede dar. Se ha encaramado en un árbol. No se le ve. Todos gruñen y alborotan... no hay duda de que protestan por esa -que ahora decimos- "falta de solidaridad" ante la tarea común del grupo.

Ha desaparecido. Pero ahora ... se le oye, aunque no se le ve. Se oyen como sonidos de "hachazos" (ya se había inventado el hacha de sílex), sí, son hachazos: ¿Qué puede estar haciendo?

El trabajo de mover esa piedra estaba siendo demasiado fatigoso y de escasos resultados. Hoy diríamos que la piedra "se agarraba" demasiado al suelo y el "rozamiento" con él la impedía moverse. Y es eso lo que HA INTUIDO EL CREATIVO DEL GRUPO. Ha saltado... para solucionarlo, porque -al rato- salta desde el árbol al suelo trayendo en sus manos toda una gruesa rama de árbol bien torneada (No, que no había tornos: bien "preparada"), para cumplir un fin:

ACTUAR COMO RODILLO CILINDRICO FACILITADOR DE ESE MOVIMIENTO.

Y acabó esta historia, que podría ser -sin exageración alguna- un relato de los precedentes para la Invención de la Rueda.

MORALEJA: Casi podemos llamar así nuestro comentario del Fantasioso Relato. A ver: "Si conseguimos adiestrarnos en establecer RELACIONES ENTRE COSAS, por más diferentes que ellas sean, van a surgir en nosotros muchas ideas, alguna de las cuales puede ser base de un Descubrimiento o Invento".

A eso es a lo que se llama BISOCIACION, o sea: Asociación o Relación entre Cosas que Nunca antes se habían asociado-relacionado. En el caso de nuestro cuento: nada menos que asociación entre EL MOVIMIENTO DE ARRASTRE DE UNA GRAN PIEDRA y LA PREPARACION DE UNA RAMA DE ARBOL HASTA PARECER UN CILINDRO. Nada más. Nada menos.

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